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Los ingleses deciden quién tendrá licencia para gobernar

union jackPase lo que le pase a Brown en las elecciones que se celebran en el Reino Unido, marcará un hito histórico. Si se alza con la victoria y logra mantenerse al frente del gobierno, el primer ministro habrá conseguido la mayor resurrección política en la historia británica; si su partido, el Laborista, queda tercero en la preferencia de los ingleses, algo que ya ocurrió en las elecciones locales de junio pasado, será recordado como el peor leader de la izquierda de todos los tiempos.

Esto último parece lo más posible. No es sólo que las encuestas, ninguna de ellas, le den como ganador, es que en algunos distritos en los que se intuye una clara derrota, miembros de su partido han pedido el “voto táctico” para los liberales de Nick Clegg, la gran sorpresa de estas elecciones y el primer hombre que podría acabar con el rígido bipartidismo que rige la Cámara de los Comunes desde hace varios siglos.

Pero tampoco ello se presenta como probable. Lo es más que los tories se alcen con el triunfo y que David Cameron ocupe el 10 de Downing Street desde el viernes. Tiene a su favor 13 años de laborismo, una permanencia interrumpida en el poder que la izquierda no había conseguido jamás, un primer ministro que ha permanecido todos esos años en el gobierno, primero como Canciller del Exchequer (Ministro de Economía) y, desde hace 3 años, como jefe del ejecutivo y, sobre todo una juventud y un empuje, es verdad que algo empañados por Clegg, que recuerdan al arrollador Tony Blair que se alzó a lo más alto de la política del Reino Unido en 1997.

Sin embargo, aunque el margen para la sorpresa no parece posible, la cara de Brown durante los últimos actos de campaña y el llamamiento del propio Blair a que no se recurra al famoso ’voto táctico’, la hacen difícil, no hay que descartarla. ¿Por qué? Las mismas encuestas que dan la espalda al primer ministro indican que el 45% del electorado aún no ha decidido su voto; además, aún no se ha borrado la imagen de excelente gestor que Brown se labró durante sus 10 años al frente de la economía, labor que ha sido copiada por los responsables del mismo departamento de los países más importantes del G-8, y su sangre fría ante la peor crisis que ha enfrentado Gran Bretaña desde 1929 y que ha permitido salir al país de ella con muchas menos heridas que Francia, Alemania o los mismísimos Estados Unidos…Cameron no puede presumir de nada de eso y Clegg aún llevaba pelo pincho cuando Gordon se mudó al número 11 de la calle Downing, residencia oficial de los ministros de finanzas.

 

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