Internacional

La nube de ceniza se dirige ahora hacia el Ártico

El anticiclón y los vientos débiles de la zona no han ayudado demasiado a dispersar la nube de cenizas provocada por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla, que está causando el mayor caos aeroportuario de la historia. La nube ha tomado nuevo rumbo y se dirige ahora hacia el Ártico donde dejará cenizas durante una buena temporada a 6.000 metros de altitud, ya que sólo se pueden eliminar por fenómenos fuertes, como truenos, que no se esperan en los próximos días.

Con este cambio de rumbo el tráfico aéreo europeo mejorará, ya que afectaría sólo a zonas de Rusia, Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Laponia, Suecia, Noruega y Finlandia. Aunque esta reapertura progresiva del espacio aéreo tras 5 días prácticamente paralizado no supondrá la normalización inmediata de los vuelos, ya que habrá que reasignar aviones, tripulaciones y priorizar rutas.

Si todo sigue según las predicciones meteorológicas, hoy ya podrán despegar cerca del 45 por ciento de los vuelos programados en el continente, según el Eurocontrol, que ayer ya permitió despegar a unos 8.700 aviones. Aunque el Reino Unido tenía previsto ir abriendo sus aeropuertos a lo largo de esta mañana, una nueva nube de ceniza ha dado la voz de alarma y podría complicar de nuevo la situación.

Pérdidas millonarias

A pesar de que la Unión Europea ha evitado dar cifras, las pérdidas registradas hasta ahora por el cierre del espacio aéreo superan ya a las registradas tras los atentados terroristas del 11-S. Cuando la situación se haya normalizado, los 27 analizarán el impacto que ha tenido en la economía europea y se intentarán tomar medidas para apoyar al sector a hacer frente a las pérdidas para que se respeten las normas comunitarias de la competencia.

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