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Delibes ya descansa entre los ilustres

El literato vallisoletano Miguel Delibes.
El literato vallisoletano Miguel Delibes.

Miguel Delibes se fue como vivió, entre el reconocimiento del público. Más de 20.000 personas quisieron dar el último adiós al escritor vallisoletano con un continuo desfile de personas por su capilla ardiente, colocada en el Ayuntamiento de Valladolid, su ciudad natal. Tras el funeral este mediodía en la Catedral, las cenizas de su cuerpo incinerado ya descansan en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres junto a colegas de profesión como José Zorrilla o Rosa Chacel y con los restos de su esposa, fallecida en 1974, como él deseaba.

Tras el trajín de admiradores, vecinos y personalidades, el féretro fue trasladado a pie hasta la catedral entre un fuerte control policial y los aplausos de despedida de uno de los vecinos más queridos de la ciudad y que moría a los 89 años por un cáncer de colon que le aquejaba desde hace años.

Premio Cervantes y candidato al Premio Nobel de Literatura en varias ocasiones, Miguel Delibes fue despedido por una veintena de curas y con un centenar de coronas y ramos de flores a sus pies, apenas unos pocos de los que han ido llegando para despedir a uno de los grandes de nuestra literatura. Una de ellas llegó firmada a nombre de Pacífico Pérez, uno de los personajes de su novela ‘La guerra de nuestros antepasados’.

Ecologista adelantado, cazador y hombre de campo, Delibes empezó a escribir animado por su mujer cuando apenas era un veinteañero. Su primera obra ‘La sombra del ciprés es alargada’ le valió el premio Nadal y los primeros despuntes como buen literato. Desde entonces han pasado por su mente y sus manos más de 60 novelas y ha recibido más de 22 premios. El que nunca llegó fue el Nobel. Su última obra ‘La tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos?’ (2005) es un mano a mano con su hijo Miguel.

Su última novela, ‘El Hereje’, estaba dedicada a su ciudad natal.

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