Trabajadores de Faro de Vigo se manifestaron ante su sede de la rúa Uruguai contra los despidos que se han producido en el diario. Según las centrales sindicales, pese a que el rotativo habría recibido de la Xunta un total de 397.357 € , “ello no ha impedido a Prensa Ibérica despedir a personal fijo con antigüedad para sustituirlo por trabajadores externos o procedentes de empresas de trabajo temporal”.
CCOO, CIG y UGT denunciaron que esta aportación del gobierno autónomo se produjo un mes después de que el presidente Feijóo declarase que “iba a acabar con las lisonjas a editores para ganar el favor político”. En su opinión “una de dos: o Faro de Vigo le toma el pelo al gobierno de la Xunta o Feijóo quiere ganar el favor político del magnate del señor Moll, dueño de Prensa Ibérica y de Faro de Vigo”.
Los sindicatos aseguraron que Prensa Ibérica es una “empresa muy rentable, también en tiempo de crisis, y que después de recibir subvenciones públicas no puede hacer despidos encubiertos”.