Fin a los nueve días de duelo nacional por la muerte de Fidel Castro, que ha sido enterrado hoy en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba tras recorrer el etapas y durante los últimos cuatro días los casi 1.000 kilómetros que separan la ciudad de La Habana.
Ha sido con una ceremonia sencilla y privada en la que se ha pretendido escapar del culto a la personalidad del líder cubano en la que se ha contado con la presencia de varias personalidades invitadas, como el presidente de Venezuela Nicolás Maduro o el de Bolivia, Evo Morales, así como los exgobernantes brasileños Lula da Silva o Dilma Rousseff. Sus restos mortales descansarán junto a los de otro héroe nacional para los cubano, José Martí.
Fue el actual presidente cubano y hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, el encargado de depositar la urna con sus cenizas en el interior de una roca de 4 metros de altura que aseguran ha sido traída del mismo enclave montañoso desde el que el ejército protagonizó su lucha guerrillera.
