Ciencia y Tecnología

Pacientes con esófago de Barret denuncian la falta de tratamiento en Vigo

Juan Carlos Hernández, presidente de Asenbar
Juan Carlos Hernández, presidente de Asenbar

La asociación de enfermos de esófago de Barret, Asenbar, ha denunciado los problemas que están teniendo los pacientes en Vigo para recibir el tratamiento correspondiente a una enfermedad considerada minoritaria, no rara, que afecta aproximadamente al 2% de la población y que es precancerosa, ya que puede derivar en cáncer de esófago.

Desde la asociación denuncian que en estos momentos hay al menos tres pacientes en Vigo con una displasia, un grado avanzado de la enfermedad en el que es recomendable su tratamiento para erradicarla antes de que se infiltre en el tejido esofágico y avance hacia un cáncer, que “ni están siendo tratados en su provincia ni están siendo derivados a otros hospitales“. Con una enfermedad de evolución cancerígena por falta de tratamiento “esta situación no debería alargarse”, asegura el presidente de la asociación Juan Carlos Hernández.

Al no haber en Vigo radiofrecuencia, a pesar de haber “profesionales expertos en la técnica”, los pacientes deben ser derivados a Lugo o A Coruña, pero esto “tampoco se está haciendo” y los pacientes “se encuentran en una situación que puede volverse muy grave”. Además, desde la asociación denuncian la falta de respuesta por parte de los servicios médicos pidiendo explicaciones al respecto. Como explica Hernández, “si no se trata a nuestros pacientes con displasia tienen que acabar pasando por una cirugía que tiene un riesgo elevado o acabar en oncología”. 

Hasta hace unos años la única opción era una operación quirúrgica llamada esofaguectomía o pasar a oncológia, pero en el año 2009 se implantó en la Clínica San Carlos de Madrid una máquina de radiofrecuencia para probar su eficacia. A día de hoy está demostrada su eficacia en un 90-98% y en los casos que no es eficaz puede ser repetida o combinada con otra técnica (REM). Esta técnica se implantó en Galicia en 2012 con dos máquinas y Vigo, según Hernández, se encuentraría en una posición geográfica perfecta para la implantación de una tercera máquina.

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