No todo el mundo confiaba en que se consiguiera algo tirándose cubos de agua helada por la cabeza y nominar a otros a hacerlo para recaudar fondos para investigar sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), pero la realidad fue que el reto solidario del Ice Bucket Challenge consiguió recaudar más de 100 millones de dólares en tan solo un mes.
Ahora ese reto solidario da sus primeros frutos: uno de las investigaciones financiadas con ese dinero, el proyecto MinE, ha identificado un nuevo gen asociado con el ELA, lo que podría abrir nuevas posibilidades al tratamiento para los afectados.
Los más de 80 científicos de 11 países participantes en la investigación han publicado un artículo en la revista Nature Genetics en el que recogen que el gen descubierto, el NEK1, se asocia únicamente con el 3% de los casos de ELA, pero está presente en ambas formas hereditarias y esporádicas de la enfermedad.
En el proyecto se ha trabajado para secuenciar los genomas de 15.000 personas con esta enfermedad neurodegenerativa, un trastorno neurológico en el que las neuronas motoras que controlan la función muscular mueren de forma lenta e irreversible.
