Tiene un sistema discriminatorio, arbitrario, obsoleto e ineficaz que “puede llevar a las personas a la indigencia a medio plazo”. Así describe Amnistía Internacional el sistema de acogida y asilo en España, que recibe estos días, a las primeras personas refugiadas procedentes de Grecia.
En un nuevo informe, la organización asegura que este sistema no se adecua a los estándares internacionales “ni al apoyo social a darles la bienvenida” y que tanto las personas que llegan por Ceuta y Melilla, “en el limbo”, como las que trae el gobierno a través del reasentamiento se encuentran “dificultades para su acogida digna y su posterior integración en el país”.
Amnistía Internacional denuncia además que algunas nacionalidades tienen mayores dificultades para que sus peticiones de asilo sean estudiadas, ya que las solicitudes procedentes de personas de países en conflicto tardan más tiempo en ser resueltas o se paralizan, como en el caso de las procedentes de Mali, Ucrania o Territorios Ocupados Palestinos.
El informe documenta también como, tras los primeros meses de acogida, las personas solicitantes de asilo quedan “abandonadas a su suerte,” enfrentándose a múltiples obstáculos como, por ejemplo, en el acceso a la vivienda, y como una vez acabada la segunda fase de acogida, “las personas refugiadas quedan desamparadas”.
