Ya solo el Celta aguanta el ritmo de los dos mejores equipos de Europa. Este sábado, los vigueses, haciendo de nuevo un estupendo fútbol, se impusieron a la Real Sociedad y afianzan su puesto en lo alto de la tabla.
Durante todo el partido el ritmo fue trepidante. Encuentro de ida y vuelta, entretenido y divertido para el público durante 90 minutos lleno de fútbol y ocasiones de gol…tanto que el choque se decidió en el último suspiro.
Aunque que ambos equipos gozaron de ocasiones claras de gol, fue la Real Sociedad la que empezó llevando el peso del encuentro. Illarramendi y Bergara se hicieron con el dominio del esférico en el centro del campo e Iñigo Martínez se mostró muy seguro durante todo el encuentro en el centro de la defensa. Sin embargo, cada vez que el Celta se hacía con la posesión del balón generaba peligro en rápidas contras.
Al igual que en los anteriores siete partidos, Agirretxe volvió a marcar. El primero de sus tantos sirvió para adelantar a la Real Sociedad. Un perfecto cabezazo ajustado al palo. Imposible para Sergio. El segundo tanto, una gran jugada individual de Yuri que Agirretxe culminó desde el punto de penalti con un disparo raso.
La réplica en el Celta se la dio Iago Aspas. Sus dos goles mantuvieron vivo al equipo: el primero de ellos supuso el empate. El segundo, también. Un preciso centro desde la banda encontró remate en su cabeza…pero pese a esos dos goles, el héroe de los vigueses fue Pablo Hernández; due él quien se sacó de la manga un fuerte disparo desde fuera del área, a pocos minutos del final, que supuso el definitivo 2-3.
