“Nuestros cálculos no son optimistas: pensamos que entre 10.000 y 15.000 personas podrían haber muerto”. Eso ha declarado el jefe del Ejército nepalí, el general Gaurav Rana, a la cadena estadounidense NBC, en referencia al terremoto que arrasó el país el pasado sábado.
Las estimaciones del general Rana son mucho más sombrías que las del primer ministro, Sishil Koirala, quien, hace apenas 48 horas estimó que las víctimas podrían ser 10.000. El jefe del Ejército ha añadido que las autoridades tienen, además, otros desafíos a los que responder, como el riesgo de enfermedades o el malestar social por el ritmo al que avanzan las operaciones de rescate.
El Centro Nacional de Operaciones de Emergencia, dependiente del Ministerio del Interior nepalí, ha confirmado este jueves la muerte de 5.844 personas, así como más de 11.000 heridos. La agencia que coordina los equipos de rescate ha elevado también por encima de 200.000 el número de viviendas afectadas.
