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Al presidente del Eurogrupo no le llega con que España haya adelantado el pago del rescate, quiere reformas laborales y más impuestos

Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, no ha sido elegido por los ciudadanos, sino nombrado a dedo por la canciller Merkel
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, no ha sido elegido por los ciudadanos, sino nombrado a dedo por la canciller Merkel

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha resaltado este viernes que la economía española “se está recuperando muy bien”, pero ha señalado que el Gobierno de Mariano Rajoy debe hacer más reformas, en particular en el mercado laboral y el sistema tributario.

El Eurogrupo examinará este viernes el informe elaborado por los inspectores de la Comisión y del Banco Central Europeo a raíz de su tercera visita de control a Madrid -que tuvo lugar entre el 12 y el 18 de marzo- tras el fin del rescate bancario por el que España recibió 41.300 millones de sus socios europeos.

En este informe, los inspectores avisan de que, pese a la vuelta al crecimiento, persisten “desequilibrios significativos en la economía española”, en particular el paro y la elevada deuda, y piden al Gobierno que adopte “medidas adicionales” para reducir la dualidad en el mercado laboral y que acelere otras reformas como la ley para liberalizar los servicios profesionales.

El Eurogrupo concluirá que no existe ningún riesgo de que España no devuelva los 38.500 millones de euros que le quedan pendientes del rescate bancario. El Gobierno ya reembolsó por anticipado 1.300 millones de euros el año pasado y otro tramo de 1.500 millones en marzo.

Hay que recordar que Dijsselbloem-que no ha sido elegido por los ciudadanos- es el mismo que el pasado 30 de enero, despreciando el resultado de las elecciones en Grecia, advertía al Gobierno Tsipras que le daba igual lo que hubiesen votado los griegos y que debía cumplir lo firmado por el anterior primer ministro, el conservador Samaras, cuya gestión llevó al país al recorte de las pensiones, a cobrar por la sanidad pública, a una cifra de paro que se acercaba al 30%- más del doble entre los jóvenes- al cierre de la televisión pública, la privatización de servicios públicos, la práctica supresión de la cobertura a parados, ancianos y dependientes, el incremento de la pobreza en un porcentaje que duplica al de hace una década o a  la subida de los impuestos, todo ello sin recortar la deuda pública o sanear la economía-.

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