Ciencia y Tecnología

Un alpinista para encontrar la tumba de Cervantes

El propio escritor-que no hay que descartar que fuese de Lugo– dio pistas de lo que deben de buscar quienes están intentando dar con su cuerpo en el convento de las Trinitarias en Madrid- donde se supone que, como era su deseo, reposa desde 1616. “Soy un hombre cargado de espaldas, una nariz curva y solo seis dientes en la boca”, además de ello, se sabe que tenía unos 70 años cuando murió, que padecía artrosis en la columna vertebral y varias heridas de arcabuz: dos en el pecho y una en la mano izquierda que provocó su atrofia.

Hasta ahora, un georradar con el que ha escaneado el edificio, ha localizado 30 nichos que deberán ser perforados uno a uno. De ello se ocupará el alpinista Asier Izaguirre, que deberá descender a una cripta abovedada y colocar una sonda fotográfica, y si la exploración es negativa, una microcámara bajo el altar de la Inmaculada Concepción.

 

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