Tras varias horas de reunión, el colectivo de 120 armadores del cerco ha refrendado el principio de acuerdo propuesto en la asamblea de Portosín (A Coruña) con el resto de representantes de la flota. Ello supondría el trasvase de parte de la cuota de caballa de estos últimos a los primeros y el establecimiento de un plan de gestión conjunta para el jurel.
La propuesta para equilibrar la distribución de la caballa implica que los barcos con más cupo para este año cedan parte de estas posibilidades a los que disponen de menos kilos. El reparto de esta especie ha sido el que más rechazo generó entre armadores y tripulantes, pues se encuentran perjudicados por el peso que el Ministerio concede a las capturas históricas entre 2002 y 2011 para calcular la cuota.
El patrón mayor de Portosín, Eduardo Carreño, señaló que realizar un plan de gestión conjunta para el jurel se aprobó con mayoría “absoluta” de los marineros, estableciendo parámetros trimestrales y cupos semanales que los barcos no pueden rebasar. Carreño puntualiza que todavía quedan “algunas pequeñas correcciones” que matizar en el reparto interno de la cuota gallega de la caballa y jurel.
Se mantienen las reivindicaciones que exigen que el peso del número de tripulantes sea fundamental para dividir la capacidad pesquera entre comunidades. La distribución ha tenido en cuenta en un 70% las capturas históricas y en un 10% la tripulación. El 20% petenece a la propia embarcación. Este miércoles se celebra la reunión con el Secretario General de Pesca en A Coruña para proseguir con las soluciones.
