El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha ordenado a sus tropas ubicadas en Ucrania que regresen a las zonas de emplazamiento permanente. El despliegue militar efectuado por sorpresa el 27 de febrero registra a 150.000 soldados, 90 aeronaves, 880 vehículos blindados y 80 barcos de guerra.
Las maniobras se han interpretado como un posible ataque militar ruso en Ucrania, al producirse durante la crisis política del país y tras el despliegue de tropas invasoras en Crimea. Tras la llegada al poder de las nuevas autoridades en Ucrania, una de las primeras medidas aprobadas por el Parlamento fue abolir la ley que protegía el uso de las lenguas minoritarias, entre ellas el ruso.
La crisis ucraniana podría desembocar en una guerra a las puertas de la UE. Ante el conflicto mundial, Estados Unidos suspende las negociaciones de comercio y las relaciones militares con Rusia. Medidas “para aislar” al país si no se retira de Crimea. Este jueves se convoca una cumbre extraordinaria con los jefes de Estado y de Gobierno para avanzar en las posibles medidas y soluciones ante el conflicto bélico.
Por su parte, Rusia amenaza al estado americano de las consecuencias económicas que podrían traer sus sanciones. El asesor del Kremlin, Sergei Glaziev, alertó de la posible retirada el dólar como divisa de reserva y la negación de pagar los créditos de bancos norteamericanos.
Además, indicó que si Washington congela las cuentas de empresarios y altos cargos rusos, como contrapartida el gobierno de Moscú podría recomendar a los poseedores de bonos del Tesoro estadounidense que los vendan, medida que provocaría el crac del sistema financiero norteamericano.
