Destacados Nacional

Fernández admite las mentiras de su ministerio: sí se dispararon pelotas de goma a los inmigrantes cuando estaban en el agua

El Ministerio del Interior mintió, reiteradamente, durante toda la semana sobre lo que sucedió en la frontera con Ceuta el pasado día 6. Aquel día un grupo de 200 personas intentó entrar en España por la zona fronteriza que separa aquella ciudad de Marruecos y, al menos, 14 personas murieron en el intento.

A las pocas horas, y de forma enfática, responsables de la Guardia Civil desmintieron los testimonios de varios inmigrantes, quienes habían declarado que los cuerpos de seguridad españoles les habían disparado balas, bolas de goma y bombas lacrimógenas cuando aún estaban en el agua. En el mismo desmentido los mandos de la Benemérita subrayaban que las personas que intentaron saltar la valla se encontraban en todo momento en el lado marroquí y que  ninguno pudo entrar en España.

Este jueves, el ministro del Interior ha reconocido las mentiras admitiendo que los agentes desplegados en la frontera de Ceuta sí dispararon pelotas de goma en el agua. Jorge Fernández Díaz ha dejado a la vista la cadena de mentiras, que empiezan con el primer desmentido, siguen con la declaración de que se empleó ‘material antidisturbios’ para repeler a los inmigrantes violentos y concluyen con la repetición de la mentira de que nunca se llevó a cabo la acción en el agua, donde se produjeron las muertes.

Jorge Fernández Díaz ha admitido que la Guardia Civil creó una “barrera disuasoria” para evitar que los subsaharianos llegaran a España a nado. “La zona de impacto siempre correspondió a aguas españolas lejos de donde se encontraban los inmigrantes sin que ninguno fuera alcanzado por la Guardia Civil”.

Eso sí, el ministro ha insistido en que las muertes se produjeron en “aguas marroquíes” y ha recalcado que las autopsias han revelado que las muertes se produjeron por “inmersión” sin que haya indicios de “violencia en los cuerpos”, Fernández Díaz ha concluido que estas personas se ahogaron como consecuencia de la “avalancha humana”.

 

También te puede interesar