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Los padres de la viguesa que podría haber sido adoptada irregularmente admiten pagos pero no hechos ilegales

Los padres adoptivos de la joven viguesa que había denunciado irregularidades en su adopción, hace 26 años, declararon este miércoles en el Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo que, efectivamente, hicieron distintos pagos, por desplazamientos, ropa o cuidados a la madre biológica, además de una abonar una factura por atenciones médicas al, entonces, Hospital Municipal – hoy Nicolás Peña-.

Ambos han afirmado que, tras la muerte de su hijo, acudieron a la Casa Cuna de Santa Isabel, en Teis, para iniciar un procedimiento de adopción y allí les informaron de que una mujer embarazada no quería quedarse con el bebé cuando naciese y que deseaba darlo en adopción.

La encargada de ocuparse de todo el procedimiento de adopción fue una abogada por lo cual, han indicado, nunca pensaron que estuviesen cometiendo delito alguno, sino que todo era legal y que los pagos eran necesarios para seguir los trámites correspondientes.

Esta declaración coincide, en lo que se refiere a la entrega de dinero, con la que hizo, ante el mismo juzgado, sor Pilar Hoyos, actual directora de la Casa Cuna y la persona que, en 1987 entregó la niña a los padres adoptivos. La religiosa comentó a vigoalminuto, días después, que la madre biológica de la pequeña quería entregarla en adopción, que todo se había hecho de manera legal y que, efectivamente, recibió dinero, pero para los gastos imprescindibles.

La declaración de la monja y la de los padres adoptivos de esta joven se contrastará con la de su madre biológica que, como adelantó en su día esta redacción, es una mujer joven, que no reside  en Vigo, y que, al parecer, se enteró de que su hija vivía cuando la citaron para declarar ante el juzgado.

En cualquier caso, esa afirmación sería completamente opuesta a la que hizo Pilar Hoyos a un periodista de esta redacción, asegurando que la madre biológica conocía la existencia de su hija y no quiso saber nada de ella durante estos años. En dicha conversación, la monja no desmintió que conociese a la madre de la joven y tampoco desmintió que hubiese mantenido contacto con ella  desde que dio a luz.

 

 

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