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Una monja de la ‘Casa Cuna’ de Vigo no aclara si cobró por una adopción irregular

Sor Pilar a la salida del juzgado, este miércoles/Tresyuno Comunicación

Contradicciones y la negativa, en redondo, a facilitar el nombre de la madre biológica de la joven Noemí L. acogiéndose al “secreto profesional”. Ese es el resumen de la declaración, este miércoles en el Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo de Laura Hoyos Ibáñez, conocida en la congregación de Siervas de la Pasión – que están a cargo de la ‘Casa cuna’ de Vigo – como sor Pilar Hoyos.

Esta orden, investigada por varios casos de ‘adopciones irregulares’, es la misma a la que pertenecía la tristemente famosa sor María Gómez Valbuena, imputada en varios procedimientos penales por la desaparición de niños recién nacidos y por su intermediación en la entrega de los mismos a parejas que no podían tener hijos, a cambio de considerables cantidades de dinero.

La religiosa fue citada como testigo en relación con los presuntos delitos de detención ilegal, alteración del estado civil, falsedad en documento público y adopción ilegal, en el caso de la mencionada joven, adoptada en la ciudad el 24 de septiembre de 1987.

Según la denuncia presentada por su abogado, esa misma fecha figura en el registro como la de su nacimiento, habiendo sido firmado por sor Pilar Hoyos quien, manifestó en su día que la pequeña “había sido entregada o abandonada, por una mujer desconocida, en la Casa Cuna”.

En la misma denuncia se incluyen varias facturas por gastos de tratamiento de la madre biológica en el antiguo Hospital Municipal – hoy Nicolás Peña -, por un importe de 57.288 pesetas y otra de 47.000 pesetas de la congregación Siervas de la Pasión, por varios conceptos como ‘restablecimiento de la joven’, ‘ropa y viajes’ ‘taxis’ y ‘teléfono’, facturas que fueron pagadas por los padres adoptivos de Noemi L.

En relación con estos datos y con una posible adopción irregular, la monja no ha mantenido la misma versión de los hechos que dio con anterioridad y aseguró que sí conocía a la madre biológica de Noemí, llegando a tener contacto con ella desde agosto hasta que dio a luz en septiembre.

Sor Pilar no recuerda si la madre biológica de Noemí llegó a firmar un documento renunciando a su hija, tampoco si llamó a los padres adoptivos para decirles que había un bebé disponible y negó que acudiese al Registro Civil para inscribir a la niña – pese a que figura en la partida de nacimiento como declarante, se indica su domicilio, que coincide con el de la Casa Cuna, e incluye su firma -.

Durante el interrogatorio, la monja ha asegurado que no recordaba haber reclamado a los padres adoptivos de Noemí L. el importe de ambas facturas – que ascendía a 104.288 pesetas, aunque tras serle enseñada la correspondiente a la de las Siervas de la Pasión – 47.000 pesetas – ha admitido que sí les pidió que se la pagasen  – aunque no ha aclarado si llegó a cobrar esa cantidad– , si ha negado que hiciese lo mismo con la correspondiente al hospital- que ascendía a 57.288 pesetas -.

Sor Pilar también ha cambiado la declaración que figura en la denuncia en relación con la madre biológica y ha aclarado que no se trataba de una persona indigente, admitiendo que conserva aún el expediente correspondiente a este caso. También ha variado su versión con respecto al lugar y el momento de entrega de la pequeña que no se realizó en la ‘Casa cuna’- ya que el bebé nunca llegó a estar allí – sino en el hospital, y que ella misma acompañó a los padres adoptivos al centro, aunque no fue ella la que les entregó a la recién nacida.

Sin embargo, en la declaración de esta religiosa no ha justificado cómo es posible que el mismo día del nacimiento de la niña coincidiese con el de la adopción. Tampoco cuáles fueron las circunstancias de la misma, puesto que, en la partida de nacimiento, la pequeña fue inscrita con los apellidos de sus padres adoptivos o si la madre biológica era menor de edad.

Asimismo, no ha desmentido que la madre biológica – que permaneció ingresada hasta cuatro días después del nacimiento – pudiese haber llegado de Valencia a Vigo para dar a luz: sor Pilar no recuerda haber llamado a los padres adoptivos para decirles que había un bebé disponible en Valencia, aunque, curiosamente, sí afirmó tajantemente que, en aquellas fechas, ninguna de las integrantes de la congregación viajó a aquella ciudad.

Finalmente, a la vista del testimonio de esta monja, es imposible descartar que la religiosa cobrase a los padres adoptivos de Noemi L. por ‘conseguirles’ a la recién nacida, puesto que sor Pilar contestó que no conocía el criterio que se seguía para entregar a los niños en adopción – si se valoraban sus condiciones o simplemente se seguía una lista de espera – al tiempo que confirmó que se les pedía a los nuevos padres que pagasen “los gastos del bebé y de la madre que, normalmente estaba mal económicamente” y que “algunos daban donativos voluntarios”…eso sí, no recordaba si así lo hicieron los padres adoptivos de esta joven.

 

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