Como hicieron este miércoles en As Neves y el lunes en O Porriño, alrededor de 30 afectados por la compra de Participaciones Preferentes han interrumpido este jueves el Pleno ordinario del Concello de Nigrán para, de la misma manera que en O Rosal, Gondomar, Tui, Porriño o As Neves, para exigir al alcalde y a los concejales que se pongan del lado de los “estafados” y, como hizo el regidor de Santa María de Oia, abandonen el Partido Popular y se pasen al grupo mixto como manera de presionar a los máximos responsables de la Diputación, la Xunta y el Gobierno para que “todos cobremos lo que nos robaron”, como señaló el portavoz de la Plataforma de Baixo Miño, Xulio Vicente.
Al contrario de lo que pasó en As Neves, en el Pleno estuvieron presentes todos los integrantes del gobierno local y, también, a diferencia de lo sucedido en el concello nevense, el exterior del Concello amaneció ‘tomado’ por hasta cuatro dotaciones de la Guardia Civil reforzadas, en el interior, por varios agentes de la Policía Local.
Al inicio de la sesión varios de los afectados se encararon con el alcalde, Alberto Valverde al que acusaron de “ponerse en contra de los que quieren robarnos” exigiéndole que abandonase su puesto “y mire por los intereses del pueblo”. Los ahorradores echaron en cara a Valverde que su partido “fuese a firmar a Europa que el 85% de nosotros somos inversores, mintiendo y poniendo más difícil que podamos cobrar todo lo que tenemos atrapado”. Además de ello, advirtieron que “no tenemos nada que perder y, si no tenemos para poder comer aquí va a pasar con los concejales del PP lo mismo que en el País Vasco: van a tener que ir por la calle con escolta”.
Por su parte, el alcalde, después de avisar al portavoz de los afectados señalando que no iba a consentirle “ni coacciones ni insultos”, mostró su apoyo “y el de mi partido, a sus demandas” y “reitero el compromiso de buscar una solución desde el propio concello y desde dentro del Partido Popular”, adelantando que no tenía intención alguna de dimitir. Alberto Valverde reiteró esta postura en declaraciones, al término del Pleno, a los periodistas, asegurando que “no es el momento de irse, sino de trabajar desde dentro de los partidos y las instituciones”. A la pregunta de por qué no tomaba la misma actitud que el alcalde de Oia, Valverde respondió que no creía que fuese la adecuada “para solucionar este problema” y mostró su disposición a impulsar una reunión de regidores “de todos los partidos” para plantear, “cuanto antes”, una vía que acabe con “este gravísimo problema que está haciendo sufrir a tantas personas”.
La postura de los miembros de la oposición fue distinta. Los representantes del Bloque se levantaron y decidieron sentarse entre los afectados, mientras que los socialistas además, se comprometieron a conseguirles reuniones con la dirección del PSdeG y del PSOE de ámbito nacional, prometiendo que “dimitiremos y no volver a presentarnos en ninguna lista electoral si nuestro partido no hacen todas las gestiones para ayudaros”.
A la hora de redactar esta información, se había suspendido el Pleno que, según el alcalde podría convocarse en unas semanas, los afectados seguían dentro del Concello, haciendo sonar silbatos y bocinas, en la planta baja y la puerta principal, mientras se mantenía el despliegue de la Guardia Civil, en el exterior y de la Policía Local, en las distintas dependencias municipales y en la escalera de acceso a los despachos de los concejales y el alcalde.
