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Se ‘encierra’ en el recinto de la Policía Local para protestar por la retirada de un coche, que tenía aparcado legalmente

José Antonio Mera no va a moverse de la entrada de la Jefatura de la Policía Local hasta que le devuelvan su coche. Este jubilado del Ministerio de Fomento de 61 años, tomó esta decisión ayer a las 7 de la tarde después de que fuese a preguntar por qué le habían retirado el coche que había aparcado delante de la casa que está rehabilitando en la rúa Alta, 22, en el Casco Vello.

El vehículo, según nos ha contado, es el que utiliza para llevar el material que emplea para dicha rehabilitación que, por cierto, no es la primera que realiza en el barrio histórico, donde dispone de varios inmuebles que “siempre he rehabilitado personalmente, llegando, incluso a tener subvenciones municipales para ello”.

Para poder aparcar su coche, José Antonio ha esgrimido un escrito que le hizo llegar en abril el concelleiro Ángel Rivas, en el que transcribe, literalmente, una carta de la Concellería de Mobilidade, en la que se dice “los vehículos pueden aparcar en esa zona siempre, siempre que sean necesarios para las obras, habilitados por la licencia para realizar las mismas”, licencia que el Concello le ha  concedido para ello.

¿Cuál ha sido la respuesta de los responsables de la Policía Local?, “depende a quien le preguntes: uno de los agentes me ha indicado que como el coche no es una furgoneta, no podía estar allí, otro que los agentes no tienen obligación de leer ningún papel, un tercero que el documento, que se hace eco de una disposición de la Concejalía de Tráfico, no es válido y un cuarto que lo que tengo que hacer es, primero, pagar y, después, recurrir y todo se solucionará antes de mañana”.

¿Y por qué no paga?, muy fácil “porque no me da la gana”. Así de contundente ha sido la respuesta de José Antonio, “de mi tarjeta de crédito no dispone este ayuntamiento, dispone mi mujer y dispongo yo, nadie más”. Entiende que esto es un abuso y que “no puede tomarse el pelo de esta manera a nadie, tieniendonos en una inseguridad constante sobre lo que es legal y lo que no lo es”.

Este hombre que indica que “siempre he solicitado, y me han concedido la correspondiente licencia municipal en los 15 años que llevo realizando obras en el Casco Vello”, y que cuando tiene que ir hasta su casa, pero no a trabajar, deja el coche en el parking “como todo el mundo”.

Después de pasar la noche delante de la Jefatura, está decidido a no moverse de ahí  hasta que le devuelvan, sin coste alguno, su coche, “y cuando se me acabe lo que tengo para comer, que es un bocadillo de jamón, estaré aquí sin comer, pero no voy a consentir este abuso”, asegura.

 

 

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