Eso ha asegurado el presidente del Gobierno quien, finalmente, ha cedido a la presión popular, fundamentalmente expresada en las redes sociales y ha comparecido ante los medios de comunicación para dar su opinión sobre el rescate de la banca española.
Mariano Rajoy aseguró que el préstamo de 100.000 millones de euros, acordada por el Eurogrupo, “forma parte de un plan global de saneamiento de la economía española que tracé en el discurso de investidura el pasado 19 de diciembre”. El presidente enfatizó que España ha recuperado la confianza de nuestros socios porque “en cinco meses hemos acometido medidas para lograr el equilibrio presupuestario, hemos aprobado reformas estructurales y hemos acometido la restructuración del sistema financiero”, sin esto, señaló “hoy estaríamos hablando de la intervención del Reino de España”.
Rajoy eludió pronunciar la palabra rescate y repitió que se trata de una “línea de crédito para los bancos españoles”. Además, negó que este préstamo afectase “de modo alguno al déficit público” y eludió dar una cifra concreta , “el FMI habla de 40.000 millones, pero cuando nos digan los dos evaluadores independientes su cifra lo sabremos, pero los 100.000 millones nos dan colchón, estabilidad y tranquilidad”.
El presidente contestó con “es un paso más” a la pregunta de si mejorará la economía, “la situación es la que es y este Gobierno ha sido claro, este año será malo, y va a aumentar el paro, no tiene sentido mentir”. Rajoy repitió que hay que contener el déficit público, hacer reformas y conseguir que fluya el crédito, “es un paso en la buena dirección, pero nadie puede pretender que se solucione la crisis en pocos meses”. “Que nos den esta línea de crédito no ha sido nada fácil”, al tiempo que negó que el rescate de España estuviese encima de la mesa, o que hubiese recibido presión alguna, “al contrario, quien ha sido presionado he sido yo”.
