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La BRILAT, un año más desplegada en Galicia contra los incendios forestales

ANTONIO ALBALADEJO/ Vigilar, alertar, disuadir e intervenir, cuando la situación lo requiere. Esa es la misión de los hombres de la Brigada de Infantería Ligera “Galicia” VII, la BRILAT, que desde el día 15 de julio  patrullan las 24 horas del día los montes gallegos. Ellos, junto a una importante dotación del Tercio Norte de Infantería de Marina, con base en Ferrol, tienen como principal objetivo evitar, si es posible o, en su caso, reducir al máximo” la acción de quienes provocan o causan los incendios forestales. Y su trabajo, como ha podido constatar vigoalminuto a lo largo de una jornada con estos hombres y mujeres, da resultado.

“Desempeñamos una labor claramente disuasoria, el hecho de que se vea a las diferentes unidades desplegarse por carreteras y caminos rurales, sin duda, hace que quienes tienen intención de plantar fuego sepan que les será más difícil”, comenta el sargento Pérez, al mando de una de las 23 patrullas desplegadas por la geografía de Galicia, “pero, no sólo tenemos esa función, sino que desde los distintos puestos de observación, fijos y móviles, estamos en disposición de alertar a las brigadas antiincendios de la Xunta de Galicia y a los Cuerpos de Seguridad del Estado, para que la intervención en caso de incendio sea inmediata”.

Y saben cómo cumplir con su cometido. Cada una de las brigadas hace una media de 200 kilómetros al día, lo que al final del verano supondrá más de 1 millón de kilómetros,  abarcando buena parte del territorio de las cuatro provincias , en jornadas ininterrumpidas que se inician a las 7 de la mañana y que se prolongan día y noche.

Para llevar a cabo su cometido, cada dotación está equipada con armamento ligero, normal en la impedimenta de un soldado, vehículos todoterreno, medios de enlace vía telefonía móvil y canales de radio ininterferibles y de uso reservado a los servicios de lucha contra los incendios, prismáticos, gafas de visión nocturna, información cartográfica actualizada en papel y vía electrónica, así como navegadores GPS, que facilitan la localización y los movimientos en plazos de tiempo cortos.

Estas 23 patrullas, como se informó durante la presentación de la ‘Operación centinela gallego’, pueden verse reforzadas hasta las 75 que, a los medios materiales de que disponen, aportarían 2 helicópteros que se sumarían a los recursos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y los que incorpora el gobierno gallego, que cuenta con varios hidroaviones que podrían apoyar desde el aire los trabajos de extinción en tierra. El mando militar de esta operación lo detenta el general José Antonio Alonso Miranda, general jefe de la BRILAT que, dependiendo de la gravedad, podría elevar el nivel de esfuerzo de las Fuerzas Armadas, si así lo requirieran las autoridades autonómicas, a medio, alto o muy alto, lo que podría suponer la intervención, en su caso, de unidades del Ejército del Aire, de acuerdo con la designación hecha por el Estado Mayor de la Defensa.

Como recuerda el comandante Fernández, responsable de las patrullas desplegadas en la zona de O Condado-A Paradanta y Baixo Miño que, en conjunto comprenden a cerca de una treintena de concellos de las Rías Baixas, la actuación del Ejército en Galicia para luchar contra los incendios forestales no es nueva, “ya en 2007, estamos hablando de hace 4 años, en virtud de un convenio entre el Ministerio de Defensa y la Xunta, estábamos haciendo esta función, que luego se prolongó los años siguientes hasta el actual”.

Este lucense de O Caurel, que lleva 30 años afincado en Pontevedra, se remonta más atrás y recuerda la actuación de la BRILAT en inundaciones en Padrón, en 1983, en salvamento de buques, hace muchos más años, como el Casón, en 1987 o tras el hundimiento del Prestige. Aunque no se le olvida “porque fue un año de muchísimos incendios” el 2006, cuando se activó la ‘Operación Bruxa’, a la que siguieron ‘Humo 06’ o ‘Vigía’.

El comandante, que confirma que alrededor de un 70% de los hombres y mujeres que integran las patrullas son gallegos, se muestra especialmente orgulloso de la “estupenda acogida, la hospitalidad y la amabilidad de los vecinos para con los miembros del Ejército” y relata una anécdota que hace referencia a una de ellas que “han solicitado que tengamos un detalle con un taller mecánico que no ha querido cobrar unas reparaciones que ha hecho en uno de nuestros vehículos”.

Sobre las bases del despliegue, indica que se hacen ateniéndose a la información y la planificación del gobierno gallego, que tiene “datos de primera mano y estadísticas” sobre las zonas de mayor riesgo. Entre ellas están, como se nos ha indicado en Medio Rural, el entorno de Noia, en A Coruña, Trives y Manzaneda, en Ourense, el interior de la provincia de Lugo, y el área que formarían As Neves, Salvaterra, Covelo y Ponteareas, en Pontevedra. Aunque “la actividad que desarrollamos, por supuesto, no es estática y es posible ampliar y abarcar otros lugares cuando es preciso”.

Sobre las horas de mayor riesgo de incendio, el comandante Fernández no duda “entre 3 de la tarde y 11 de la noche”, a esas horas están en movimiento y desplegados la totalidad de los efectivos que “en todo momento” están en contacto con las brigadas de la Xunta y los efectivos de la Guardia Civil. “En este caso para, avisarles de cualquier actuación o actividad sospechosa por parte de cualquier persona que pudiera estar relacionada con la causa de un incendio”.

Sobre estas últimas, el comandante está convencido de que en un porcentaje muy alto los fuegos son provocados, como demuestra el hecho de que los varios de los arrestados hasta este momento por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sean “ya conocidos de los agentes”, es precisamente la presencia del Ejército la que ha logrado “disuadir a algunos de sus intenciones”.


 

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