El Lector

Racismo y xenofobia

JOSÉ MANUEL PENA/ Qué vergüenza, en pleno siglo XXI leer en los medios de comunicación: “Francia expulsa a extranjeros de su territorio, principalmente desmantelando campamentos ilegales de gitanos…”. ¿Acaso el gobierno francés no es consciente ni acata los instrumentos legales de la Unión  Europea como la Directiva sobre la igualdad racial así como la decisión marco sobre el racismo y la xenofobia?

El 8 de junio del 2009, el Consejo de Ministros de la Unión Europea, responsable de Asuntos Sociales invitó a los Estados miembros y a la Comisión Europea a tener en cuenta los “diez principios básicos comunes para la inclusión de los gitanos”.  El primer principio establece la necesidad de aplicar políticas constructivas, pragmáticas y no discriminatorias. Así, entre otras cosas, señala que las políticas dirigidas a la inclusión del pueblo gitano deben respetar y observar los valores centrales de la U.E, que incluyen Derechos Humanos y Dignidad, la No Discriminación e Igualdad de Oportunidades así como Desarrollo Económico.

El gobierno francés, como país miembro perteneciente a la U.E, tiene que ser consciente de que el objetivo de todas políticas de inclusión es integrar a los gitanos en la sociedad (instituciones educativas, trabajos y viviendas mayoritarios) y así en aquellos lugares donde exista educación o viviendas parcial o completamente segregadas, el objetivo de las políticas para la inclusión de los gitanos debe ser abandonar esta “herencia” y respaldar la participación integral del pueblo gitano en la vida pública, estimular su participación en la sociedad civil activa y desarrollar sus recursos humanos, en vez de deportar a todas estas personas, que son ciudadanos europeos y como tales tienen los mismos derechos que el señor Sarkozy.

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