Es patromonio universal y la Unesco lo mantiene en su lista de bienes amenazados. Aunque puede que por poco tiempo. Israel, Palestina y Jordania han dejado a un lado su amplio historial de conflictos para trabajar a tres bandas en un proyecto para preservar la Ciudad Vieja de Jerusalén, un plan que ya se ha presentado en Brasilia y que ha sorprendido a todos y que ha sido muy celebrada.
La Unesco llevaba más de 40 años pidiendo que no se tomaran medidas para modificar ni un ápice la Ciudad Vieja, ni en temas religiosos, culturales, históricos o demográficos ni en el equilibrio de la zona en su conjunto. Y preocupaba sobre todo las obras de las autoridades israelíes en la ciudad y sus excavaciones arqueológicas en la que considera como una ‘ciudad ocupada’: tenían miedo a que socavaran la Explanada de las Mezquitas y provocaran derrumbes.
Considerada sagrada por judíos, cristianos y musulmanes, la Unesco ya ha recomendado que se refuerce la vigilancia en la zona.
