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Empate a ceros del Celta ante el Soria en un partido aburrido

Partido difícil, tosco, duro, en el que el Celta sobrevivió con coraje y con la inspiración de Falcón. Los celestes arrancaron un punto de Soria con sufrimiento y trabajo en un terreno de juego semi helado que dificultó al máximo el juego combinativo. Valioso punto con varios tintes positivos: La entrega, la fe y la puerta a cero.

Dominio inicial, claro y contundente, de un Celta ambicioso y concentrado. Con Iago Aspas recostado sobre la derecha, cerca de Trashorras, los vigueses se quedaron con el cuero desde el primer instante y asustaron a Navarro con varias aproximaciones.

Los célticos combinaban con velocidad arriba, desmantelando la zaga local con pases al prime toque, aunque no acertaban en el envío final. El Numancia, en cualquier caso, aguardaba, ordenado, en su campo a la espera de robar y  salir a la contra.

El error celeste, lo que el cuadro local esperaba, llegó a los 16 minutos, pero Vélez no logró superar a un ágil Falcón. La propuesta del Numancia era muy clara, o balón parado o error de la zaga viguesa. La jugada animó a los sorianos, que durante unos minutos llevaron la iniciativa a empujones, aunque sin inquietar.

Se había afeado el encuentro, con numerosas interrupciones y escaso fútbol. El terreno de juego, tremendamente duro, no facilitaba tampoco la combinación, algo que no molestaba en absoluto a los locales, cómodos con la ausencia de juego, con el ‘centrocampismo’, el choque y el rechace.

Las ocasiones desaparecieron por completo y, a falta de cinco minutos, el partido se había enganchado en la batalla de la medular, perdido vistosidad, apagado. Se encendió a los 41 minutos  con un claro penalti sobre Joselu cuando se aprestaba a rematar en el área pequeña. Era, además tarjeta roja. Jugada decisiva al borde del descanso, que había sido, además, magnífica, con un gran pase de Trashorras al espacio hacia Botelho y preciso envío del brasileño hacia Joselu. Del Pino envió alto en la última oportunidad de la primera mitad.

La segunda arrancó con una falta de Trashorras contra la, cercana, barrera. El encuentro seguía condicionado por el terreno de juego y la propuesta del Numancia, basada en la presión, el balón largo y la segunda jugada. El Celta llegaba de manera esporádica, siempre a través de la combinación, y generaba cierta inquietud en la zaga local.

El choque transcurría, salvo cuando los vigueses lograban bajar el cuero, entre rechaces, interrupciones y balones aéreos. Y al Numancia no parecía importarte demasiado. En uno de los rechaces, Balenciaga enganchó un gran disparo y Falcón desvió de manera providencial.

Indefinido, tosco, extraño, el partido podía caer para cualquier lado, aunque lo cierto es que los sorianos estaban mucho más cómodos que los vigueses, que tuvieron una gran ocasión a los 33 minutos con una dejada de Iago que Michu envió alto. Falcón volvió a responder bien a un disparo desde su costado derecho. Un minuto después, el portero celeste hizo la para de la noche a un remate a bocajarro en el área pequeña. Acosó en la fase final el Numancia, con un Celta ciertamente cansado que encontraba aire en Falcón, decisivo.

Los celestes se asomaron al final con un lanzamiento desviado de Botelho y un cabezazo de Joselu que rozó el poste. Al final, un empate muy trabajado tras la ‘locura’ de la Copa.

0-C.D. Numancia:
Edu Navarro, Flaño, Jaio, Palacios, Felipe, Dimas, Barkero,  Del Pino, Mikel Álvaro (Nagore, min.81), Asier (Balenciaga, min.59) e Iñigo Vélez (Goiría, min.64).

0-Celta: Falcón, Hugo Mallo, Catalá, Jordi, Botelho, López Garai, Danilo (Michu, min.67),  Trashorras (Jonathan Vila, min.86), Iago Aspas, Toni (Saulo, min.74)  y Joselu.

Goles: 0

Árbitro:
Ceballos Silva, del comité extremeño. Amonestó a Dimas y Jordi,

Campo: Los Pajaritos

Fuente: Celta de Vigo

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